En vista de los ataques en Paris, nos quedamos con más preguntas que respuestas. Recordamos actos de terrorismo anteriores alrededor del mundo. Temor, ira, y tristeza opacan toda otra emoción.
Unos refugiados de Siria llegaron en Nueva Orleans, Luisiana, EEUU, el fin de semana pasado. Y el sufrimiento parece ser más y más común. Se constriñe mi pecho y mis pensamientos se abruman por toda la angustia.
En medio de las noticias desalentadores (no sólo de Paris), puede que nos cuesta dar gracias con acciones de gracias más allá de nuestras bendiciones personales.
Por lo tanto, hoy, en medio de circunstancias pesadas, doy gracias que aunque Satanás puede ganar una batalla, Dios ya ha ganado la guerra.
Sin embargo, en todo esto somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios, ni lo presente ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación, podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor. (Romanos 8:37-39)
¿Cómo puedes dar gracias hoy?