He tenido la bendición de reunirme con grupos de cristianos en muchas partes de los Estados Unidos y Latinoamérica. Hasta he conocido a congregaciones en Rusia, Kazakstán, Alemania, y la República Checa. Mientras tú lees este blog, estoy en Santiago, Chile, preparándome para un día de damas este sábado.
Lo que más me maravilla es cómo el Dios soberano trabaja abundantemente y poderosamente en cada uno de esos lugares. Es adorado en lenguas, culturas, y contextos diversos. Es predicado en locales, parques, escuelas, y casas.
Es fácil ponerle a Dios en una caja limitante. Ponerle límites a lo que conocemos, restringirle a lo que ya se sabe. Pero mi Dios es tan grande como para ser vivo y activo en cada una de esos lugares distintos – al mismo tiempo y de diferentes maneras. Sí. Mi Dios es así de grande.
Vamos a tomar un momento para darle gracias a Dios por ser así de grande. Hay tremendas bendiciones cuando le permitimos salir de la caja limitante que le hemos creado. Miramos alrededor para ver su mano trabajador en nuestras vidas.
¿En qué maneras es Dios así de grande para ti hoy?