Seco, desolado, sediento, olvidado, árido, débil…
Saludable, jugoso, vivo, creciente, fuerte, seguro, bello…
Un lugar árido es el opuesto de un jardín bien regado.
Y Dios promete satisfacernos con una vida como huerto regado en Isaías 58:11
Y el Señor te guiará continuamente,
saciará tu deseo en los lugares áridos
y dará vigor a tus huesos;
serás como huerto regado
y como manantial cuyas aguas nunca faltan.
Te animo, en preparación para el retiro al destino este fin de semana, es de reclamar esta promesa en las manos del Jardinero Divino. Pídele a Dios que te sacie tus deseos y de vigor a tus huesos de la manera que sólo Él puede hacer, creyendo en esa verdad.