Hay paz en la espera – o puede haber…
Si el Señor no edifica la casa,
en vano se esfuerzan los albañiles.
Si el Señor no cuida la ciudad,
en vano hacen guardia los vigilantes.
En vano madrugan ustedes,
y se acuestan muy tarde,
para comer un pan de fatigas,
porque Dios concede el sueño a sus amados.
Fíjate en una traducción alterna de la última frase: “pues El da a su amado aun mientras duerme.”
Me encanta esa traducción. La bendición más duradera que Dios provee no se encuentra cuando laboramos o nos esforzamos, sino cuando descansamos en paz, confiando en su provisión.
Cuando camino con el Padre y le pido que me guíe con su diestra victoriosa, mi labor trae menos estrés y es más dirigida; mi descanso es más completo y aumenta mi nivel de confianza.
Cuando el Señor es el autor de nuestro labor, el esperar por su provisión trae más paz.