¡Bienvenidas, amigas!
El tema general de la cultura, y el impacto que tiene la cultura en nuestra visión del mundo y en nuestra interacción con los demás, es un tema que me resulta fascinante. Mi nombre es Sarah Nieto. Estoy casada con un ministro de la Palabra originario de Venezuela. Hemos estado casados por 20 años y tenemos una bella hija de 17 años. En la actualidad trabajo en el área de apoyo familiar en una escuela primaria, cultural y racialmente diversa, con un modelo orientado a la integración comunitaria en Nashville, Tennessee, EE.UU.
¡Por favor, únete a mí mientras estudiamos el impacto de la cultura en nuestras vidas y en la iglesia!
¿Qué es la Cultura?
Según el diccionario de la Real Academia Española, la definición de “cultura” es la siguiente:
• Conjunto de conocimientos que permite a alguien desarrollar su juicio crítico.
• Conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de desarrollo
artístico, científico, industrial, en una época, grupo social, etc.
¡Esta definición abarca mucha información!
Mientras estudiamos el impacto de la cultura durante el resto de este artículo, ten en cuenta que la cultura puede abarcar diversas facetas de la experiencia humana, no sólo en lo que refiere a la etnicidad o raza. Además de la etnia, la cultura puede crear comunidades con las mismas creencias religiosas, nivel de educación, posición socioeconómica, discapacidad o capacidad, etc. También es interesante recordar, que, en el principio, Dios no creó culturas. Dios creó a los humanos y los humanos desarrollaron culturas a medida que el tiempo marchaba. Este hecho es útil ya que debemos tratar de darle el nivel de importancia adecuado a la cultura en nuestro tiempo.
Etnocentrismo
El etnocentrismo describe nuestra tendencia a ver el mundo a través del lente de la cultura en la que crecimos. ¿Sabías que millones de personas fuera del mundo hispano no han oído hablar del Chavo del Ocho, Pollo Campero, Luis Miguel, Selena, etc.? Nuestra primera reacción puede ser preguntarnos si han vivido bajo una roca toda la vida, cuando en realidad sería más enriquecedor reconocer que hay muchas personas, lugares y cosas en el mundo que aún no conocemos ni hemos estado expuestos a ellos. Es posible que hayas experimentado sentimientos etnocéntricos y te hayas sentido confundido acerca de tu reacción inmediata hacia alguien que no habías tenido la oportunidad de conocer. Es importante reconocer que el etnocentrismo no es correcto ni incorrecto en sí. La clave aquí es tomar conciencia de tus tendencias, especialmente en una sociedad global que se ha ido integrando cada vez más desde el punto de vista cultural. En lugar de suponer que la forma en que crecí haciendo las cosas o como me enseñaron a hacer las cosas en mi país es la única forma o la forma correcta por la que todos los demás humanos deben medirse a sí mismos, necesito detenerme y preguntarme por qué alguien de una procedencia diferente a la mía hace las cosas como las hace. Recuerda que el lenguaje que usamos para describir nuestro viaje de redefinición de la cultura es muy revelador. Esfuérzate por elegir palabras que sean inclusivas, descriptivas y acogedoras, en lugar de aquellas que puedan interpretarse como presuntuosas o exclusivas.
Un Ejemplo
Recuerdo que mi líder de viaje misionero de la universidad le dio a nuestro grupo algunos consejos antes de despegar hacia nuestro destino en Venezuela, en mi primer viaje hace muchos años. Ella nos pidió que recordáramos cerrar las puertas del carro suavemente mientras subíamos y bajábamos de taxis o vehículos personales de los miembros de la iglesia. Los venezolanos tienden a ser cuidadosos con sus carros, y muchos prefieren cerrar las puertas con mucho cuidado. Asentí, “seguro,” y no pensé más en ello. No fue hasta que viajé en un carro en Venezuela que el impacto de su consejo se hizo realidad. ¡Por experiencia personal, no te das cuenta hasta que no has cerrado la puerta del carro con suavidad y tus amigos venezolanos nuevos te miran con conmoción y consternación! Estoy bromeando, fueron muy amables y comprensivos mientras suspiraban profundamente y pensaban, “Ay, ¡Chama…”! Del mismo modo, cuando nuestra familia de Venezuela viene a visitarnos a los Estados Unidos, tenemos que recordarles que, por favor, utilicen un poco más de fuerza al cerrar las puertas del carro porque tienden a cerrarlas con tanta suavidad y lentitud que no las cierren completamente y la alerta “Puerta Abierta” permanece encendida.
¿Por qué el cierre de las puertas de los carros es relevante para la conversación de etnocentrismo y cultura? Claro, es un ejemplo aparentemente trivial de una diferencia cultural entre Venezuela y los Estados Unidos. Pero sin alguna explicación previa durante la creación de nuevas relaciones, esto es lo que puede suceder: Cuando un estadounidense cierra inadvertidamente la puerta del carro de un venezolano cuando sale y se gira para despedirse, el venezolano puede estar desconcertado o incluso ofendido porque este visitante no respeta su propiedad personal y piensa que posiblemente le causa algún daño. Por el contrario, cuando un venezolano sale del vehículo de un estadounidense mientras se baja en frente de un edificio en una calle con mucho tráfico y no cierra completamente la puerta, el estadounidense podría sentirse incómodo porque tendrá que encontrar un lugar para detenerse y cerrar la puerta del carro él mismo.
Sin este reconocimiento, este tipo de situaciones pueden llevar a malentendidos y al desarrollo de estereotipos. En lugar de suponer que todos los venezolanos no están familiarizados con la conducción en vehículos, o que no tienen la fuerza suficiente para cerrar la puerta de un carro, o que intentan molestar a los estadounidenses a propósito, debemos suponer que están funcionando como ciudadanos responsables en el contexto de sus conocimientos y antecedentes. En lugar de suponer que todos los estadounidenses son irrespetuosos con los bienes personales de los demás o creen que son todopoderosos y pueden hacer lo que quieren, debemos suponer que ellos también se comportan de una manera responsable basada en su experiencia personal. Al hacerlo, estamos desafiando nuestras propias etnocentricidades y creando oportunidades para aprender y crecer. ¡Es fundamental elegir hacer suposiciones positivas para contrarrestar el etnocentrismo – Más información sobre esto más adelante!
El impacto del prejuicio implícito en nuestra visión del mundo y la interpretación bíblica
Actualmente trabajo para una entidad educativa. Una de las capacitaciones profesionales en los que nuestro personal ha profundizado recientemente se centra en el concepto del prejuicio implícito (implicit bias). La definición de prejuicio implícito tiene que ver con actitudes o ideas preconcebidas que llevamos dentro, que proyectamos a otros pero que no reconocemos de manera consciente. Dependiendo de muchos factores, como las actitudes de nuestra familia de origen, la influencia de las redes sociales, nivel de educación y muchos otros, los humanos tienden a hacer suposiciones rápidas sobre grupos de personas y otras culturas. El prejuicio implícito es natural y, en cierta medida, inevitable, pero una marca de una persona que busca apertura cultural es tomar conciencia de su propio prejuicio implícito para tomar medidas que puedan mitigar sus suposiciones. Debemos tener un deseo de aprender de los demás y no asumir irremediablemente que mi punto de vista es el único correcto. Tu punto de vista puede ser correcto en el contexto de tu propia visión del mundo. Sin embargo, sería prudente reconocer que otros puntos de vista también son válidos basado en otras visiones del mundo. De hecho, una habilidad en la que me he esforzado por mejorar es ejercer “suposiciones positivas.” Hacer suposiciones positivas significa simplemente asumir que la persona a la que estoy observando está hablando y actuando basada en lo que ella entiende que es mejor o correcto. Significa que no estoy cuestionando inmediatamente sus intenciones, independientemente de cómo perciba las acciones o sus palabras. Significa tomar el tiempo y la energía para hacer de cada interacción que tengo con otros una oportunidad de aprendizaje y un momento para comunicar que estoy dispuesto a ampliar el alcance de mi propio entendimiento. Significa que estoy interesada en establecer relaciones con “TODOS los humanos.”
“Id, pues, y haced discípulos de todas las naciones (todos “los grupos de personas,” nota añadida), bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado; y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.” Mateo 28:19, 20 (LBLA)
Conocer tus propias tendencias etnocéntricas y desafiarlas te permite forjar verdaderas relaciones con individuos que son miembros de culturas diferentes a la tuya. Esto lleva tiempo. Sé paciente contigo misma y dale gracia. Ora para que el Espíritu Santo te guíe en los momentos en que te encuentres perdida por las palabras. ¡Una sonrisa genuina vale mil palabras! Deja tus suposiciones en la puerta mientras buscas entender y ser entendida. Date cuenta de que tenemos muchas cosas en común con cada humano que conocemos, aunque a primera vista pareciera que nuestras diferencias son pronunciadas. Intenta identificar el denominador común más básico que trasciende la cultura, edad, idioma, religión y educación, tales como el amor por tu familia, interés en un pasatiempo común o apoyar a una determinada organización benéfica. ¡Comienza con este simple aspecto común que identificas y construye a partir de ahí!
Ejemplo del mundo real
Como he mencionado antes, trabajo en una escuela primaria muy diversa desde el punto de vista cultural y socioeconómico en el área metropolitana de Nashville. Imagínate esto: Nuestro personal está formado por 120 personas maravillosamente calificadas, de más de diez países y de numerosas subculturas estadounidenses. Nuestros 800 estudiantes representan casi 20 diferentes idiomas y un gran porcentaje de sus padres no hablan inglés. Más de 40 organizaciones colaboran con nuestra escuela para complementar nuestros objetivos de apoyar a nuestros maestros, estudiantes y familias académicamente y a través de ayudas materiales y talleres para padres. A primera vista, puedes pensar que coordinar y comunicar eficazmente con todas estas partes interesadas es una tarea desalentadora. ¡Tienes razón! Esto es lo que hacemos para hacer el trabajo: 1.) Identificar lo que tenemos en común. En este caso, lo común se basa en el hecho de que todos amamos genuinamente a estos estudiantes y queremos darles todo a nuestro alcance para que tengan una vida feliz y productiva ahora y en el futuro. Dudo que ningún maestro, padre, socio de la comunidad o niño no esté de acuerdo con eso. 2.) Con el fin de llevar a cabo cualquier evento u objetivo, agrupamos nuestros recursos (capital humano y ayudas materiales) e involucramos a la mayor cantidad posible de personas para ayudar (si nuestros compañeros de clase, amigos, vecinos y colegas sienten que son necesarios, se fortalece el sentido de una comunidad unida). Créeme, escuchamos muchas ideas y comentarios y puede ser un desafío sintetizar todo de forma responsable. Sin embargo, el mensaje que nuestra escuela comunica de manera muy clara es que quienes participan en una actividad en particular pueden asegurar que nosotros hemos tratado de hacer lo mejor que pudimos para el bien de todos los que participaron.
Ejemplo Bíblico
Ahora piensa en la historia bíblica de los niños que vienen a ver a Jesús en Marcos 10:13-16. Mientras leemos sobre este encuentro cotidiano de Jesús con las personas, observamos un marcado contraste entre la mentalidad de los discípulos, los padres de los hijos y de Jesús. Por un lado, vemos a los discípulos leales cuidando el bienestar de Jesús y mostrando su preocupación por como Jesús podría abrumarse con un gran grupo de niños en edad preescolar (Maestros de escuela dominical, todos hemos estado ahí, ¿verdad?). Por otro lado, podemos imaginar a los padres de los niños reconociendo que ésta puede ser su única oportunidad de tener a sus pequeños bendecidos por el Mesías. Probablemente ni siquiera pensaron en la conmoción que sus hijos harían cuando se apresuraban a encontrar un asiento a los pies de Jesús. Entonces, por supuesto, vemos que Jesús mismo, nuestro Salvador, que todo lo sabe, aprovechó la oportunidad para mostrarnos un ejemplo a seguir, dejando que los niños vinieran a Él, que pudieran conocerlo sin pensar en su comodidad personal. No es que los discípulos estuvieron equivocados y que los padres de los niños tuvieron razón; se trata más bien de evaluar la situación con amor, tratar de entender los puntos de vista de los demás e identificar lo que debe suceder para poder obtener un mejor resultado para todos.
Redefinición de la cultura desde una perspectiva cristiana
Una de las razones por las que un estudio cuidadoso de cómo abordamos nuestras interacciones con personas de otras culturas étnicas, socioeconómicas, religiosas, etc., es tan crucial, es que nuestra visión básica del mundo dicta nuestras experiencias vividas, nuestro estilo de vida y las relaciones que estamos dispuestas a crear. Esto también puede influir en la manera en que el mundo ve a la iglesia del Señor. Podemos tratar de compartir el amor de Dios y las enseñanzas bíblicas de una manera que atraiga a una amplia variedad de personas. No lo hacemos cambiando el evangelio o cambiando los mandamientos a voluntad, sino tratando de encontrar puntos en común con los demás, conectando esas necesidades humanas con una verdad bíblica, ya sea predicada o por nuestro ejemplo. Al fortalecer las relaciones con nuevos amigos y al estar abiertas a honrar y validar las formas en que otros hacen las cosas, los invitamos a abrirse también a escuchar las buenas noticias del evangelio y a formar parte de la familia de Dios. Al ver a otros como humanos y no sólo mirar cuál es su origen étnico, idioma, discapacidad, etc., los animamos a que hagan lo mismo con nosotras. Soy miembro de una mayoría étnica en el país que actualmente llamo mi hogar, pero mi marido y mi hija no lo son. Cuando viajamos a América Latina, inmediatamente me convierto en parte de un grupo minoritario en un grado mucho mayor en ellos. Siempre me alivia cuando me invitan a ayudar en la cocina de una cena de la iglesia o darme la bienvenida a tomar un café en casa de amigos. Seamos sinceras, hermanas – Sin importar de qué trasfondo cultural seamos, probablemente todas podemos cortar verduras o disfrutar de una taza de café o té. Podemos empezar por ahí y construir a partir de esto a medida que pasa el tiempo.
Basándome en lo que acabamos de cubrir, quiero hacer tres preguntas para que reflexiones y respondas mediante la oración y el estudio bíblico. Dejaré las preguntas abiertas porque sinceramente no tengo todas las respuestas. ¡Tómate tu tiempo y date cuenta de que redefinir la cultura lleva tiempo!
• ¿Cuáles son los pros y los contras de eliminar la cultura propia de la interpretación bíblica? ¿Es totalmente posible?
• Si tuvieras que profundizar en las verdades bíblicas más básicas e innegables que transcienden cualquier cultura, ¿cuáles serían? ¡Concéntrate en compartirlos y vivirlos con tus nuevos amigos!
• Organiza un tiempo de conversación con tu familia o equipo de ministerio para crear un plan para enseñar el evangelio de una manera doctrinalmente sólida, pero culturalmente inclusiva. (¡Recuerda que la cultura es mucho más que el color de la piel o la etnia!) Asegúrate de invitar a los miembros de las culturas que no están representados actualmente en tu familia o equipo para que aporten su opinión. Asegúrate de que todas las voces tengan un lugar donde puedan ser escuchadas, esto es algo muy poderoso. ¡Asegúrate de dar, a los comentarios de todos, igualdad de peso y recuerda que la representación del liderazgo debe reflejar a la audiencia para obtener una convicción más genuina!
Conclusión y llamado a la acción
¡Hermanas, me di cuenta de que ésta ha sido una larga publicación en el blog y las felicito por quedarse conmigo hasta el final! La verdad es que el tema del cristianismo y la cultura es una pasión sincera mía y busco continuamente profundizar mi comprensión. Aquí hay algunos puntos de conversación extra que me gustaría dejar contigo para la auto reflexión o para conversar con tu familia o equipo del ministerio:
• ¿Cuáles son algunos de sus propios prejuicios implícitos, en términos generales? Recuerda que los prejuicios implícitos son comunes a los humanos, y lo importante es identificarlos para construir relaciones y no romperlas antes de comenzar.
• ¿Cómo podría influenciar tu propio trasfondo cultural tu visión de la interpretación bíblica? ¿Por qué es relevante reconocerlo?
• Selecciona una verdad absoluta de la Biblia y considera cómo ejercitar esta verdad mientras te relacionas con personas de otras culturas, diferente a la tuya. ¿Qué puedes aprender de esto y cómo te hizo sentir?
En conclusión, este estudio de la cultura y por qué la gente hace lo que hace es un viaje interminable, ¡pero vale la pena el tiempo y el esfuerzo para unirse porque, al hacerlo, construimos relaciones enriquecedoras que transcienden a la eternidad!