“No le importa tu color a Jesús el Salvador, Cristo ama a los niños por doquier.”
1 Corintios 12 compara la iglesia con un cuerpo, con Cristo la cabeza. Me gusta decir a las mujeres que aunque se sienten que son la parte de menos significancia en el cuerpo, no la son. Pregunta a un paciente de cáncer sobre la importancia de los pelitos de la nariz después de la quimioterapia y te darás cuenta que no hay ningún aspecto del cuerpo que le falta importancia, y tampoco hay ningún miembro de poca significancia en el cuerpo de Cristo.
Muchos anhelan ser las manos y los pies de Cristo, una buena meta, seguro. Sin embargo, si Dios te ha llamado ser la uña del meñique, hoy te aplaudo. Tú eres la única que alcanza el puntico que me pica en el oído. Si Dios te ha llamado a cumplir una función que te parece demasiado pequeña, hoy te aplaudo. Necesitamos la diversidad de las funciones para poder cumplir con el propósito mayor que Dios dirige.
¿A quién puedes apreciar hoy por su función diversa en la comunidad?