Escrito por Wendy Neill
Me acuerdo del momento en que por fin lo entendí. Lo escribí en el margin de mi Biblia, al lado de 1 Corintios 13:13. Fue en el mes de septiembre del año 1998 y el hermano Ira Edwards estaba enseñando una clase de Biblia en Delta, Colorado. Yo era madre de una niña de un año, luchando para mantenerme despierta, pero el hermano Ira era un maestro sabio y yo quería esuchar lo que tenía por decir.
1 Corintios 13:13 dice, “Ahora, pues, permanecen estas tres virtudes: la fe, la esperanza y el amor. Pero la más excelente de ellas es el amor.” Hay muchas razones por las que el amor se considera la mejor (y Michelle nos ha dado una buena lista de ellas en la entrada reciente del blog). Pero la razón que resaltó el hermano Ira ese día me habló profundamente.
Él dijo, “El amor es la única virtud eterna. En los cielos, no habrá necesidad de fe ni esperanza.” Guau. ¿Has pensado en eso? Cuando llegamos a los cielos, estaremos cara a cara con Dios, quien ES amor. Ya no necesitaremos la fe, porque la fe se convierta en vista. Ya no necesitaremos la esperanza, porque toda esperanza se cumplirá. Pero Su amor para con nosotros durará de por siempre y para siempre. Y moraremos en Él como llegando al hogar perfecto.
Hace un tiempo escribí una entrada en el blog sobre mi amiga, Effie, que ya no está con nosotros. Ella está morando con el Señor. Me hace mucha falta, pero me regocijo al pensar que ella ya no tiene necesidad de fe y esperanza, porque está en la presencia del Amor. También el hermano Ira. Igual como yo algún día.