Temprano esta mañana, salí de viaje para Guatemala. Mi destino final: las montañas del estado de Quiche, el pueblo de Chichicastenango. Una congregación local va a servir como anfitriones para un seminario de tres días sobre el libro de Filipenses. Es patrocinado por Talentos de Salud Internacional y me complace poder servir con esa organización. Además, me emociona poder compartir con las hermanas de varias congregaciones sobre el gozo y la paz que se describen en la carta de Pablo a la iglesia de Filipos.
Es la primera vez en más de una década que voy a trabajar con traductora (y la última vez fue en ruso). Voy a enseñar en español y se va a traducir al idioma local quiche.
Me he acordado de las mismas verdades que he mencionado a los que he llevado en campañas anteriores: El amor de Dios es universal; el idioma es una barrera sólo si tú lo permites; Y Dios trabaja más poderosamente cuando dependemos de Él para comunicarnos.
Son buenos recordatorios para todos en cualquier circunstancia para que dependamos del Espíritu para todo lo que hagamos.
Con eso en mente, pido sus oraciones en lo siguiente:
- Que Dios hable a través de mí para claramente comunicar Su mensaje.
- Que las mujeres sean equipadas para profundizar más su relación con Dios y las unas con las otras.
- Que las mujeres sean equipadas, inspiradas, y apoderadas para llevar el mensaje a sus familias y congregaciones locales.
- Que Dios bendiga mi salud (especialmente en cuanto a la comida) y mi viaje.
¡Gracias! Y anticipo compartir las oraciones contestadas cuando vuelvo.