“Porque tengo presente la fe sincera que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida y en tu madre Eunice, y estoy seguro que en ti también” (2 Tim. 1:5).
Este versículo en 2 Timoteo fue citado por mi tío sin mencionarlo específicamente en la siguiente carta que mandó con una donación al final del año pasado.
Joshua Florea, el padre de mi abuela Goff y la de tu papá, fundó la Iglesia de Cristo “Tent Chapel” (Capilla de carpa) justo al norte de la frontera del estado Misuri en el sur de Iowa, a finales de los años 1800s. Realizaron las reuniones bajo una carpa hasta que construyeron un edificio, y de allí salió el nombre. Era la iglesia en la que asistía la familia entera. Los miembros mayormente eran parientes de una rama u otra y por lo tanto formaba mucha de la fábrica social de mi familia desde sus principios.
La abuela Goff vivía frente a nosotros, cruzando la calle, y era de muchísima influencia importante en la formación de mis valores y mi educación, las dos cosas por las que sigo extremadamente agradecido. Cuando cumplí 80 años, dije a mi familia que la única celebración que quería era de establecer una pequeña beca en el nombre de mi abuela, Maude A. Goff, en la escuela secundaria donde me gradué.
Y este Día de la Acción de Gracias, varias generaciones después, me parece adecuado expresar nuestra gratitud por tu gran visión y liderazgo en el trabajo misionero del Ministerio Hermana Rosa de Hierro, con esta donación. ¡Estás cambiando las vidas de las mujeres para bien! Tal como hacía tu bisabuela Goff y su padre.
Que Dios te bendiga y te lleve con bien,
Tío Bob
Al contestar el llamado de Dios para equipar a las mujeres para conectarse con Dios y las unas con las otras más profundamente, reconocemos que es posible que jamás sepamos el impacto a largo plazo de la diferencia que estamos marcando en la vida de cada mujer. Mi bisabuela Goff quizás nunca soñó con lo que sus hijos, nietos y bisnietos harían para el reino. Pero, ella hacía lo que podía para tocar cada vida, confiando que Dios podía usar el impacto de una mujer para transformar familias, comunidades, iglesias y el mundo.
El mentoreo intencional es íntegro en el proceso de equipar. Todos buscan ejemplos a seguir, el hermanito imita a su hermano mayor, la estudiante cita a su profesora, el discípulo sigue a su Maestro (1 Pedro 2:21).
Este mes, estamos celebrando las mentoras en nuestras vidas, especialmente las madres espirituales que han hecho un tremendo impacto en nuestras vidas y que han modelado el caminar cristiano.
Celebra a las madres espirituales y mentoras en tu vida al:
- Compartir sus nombres y sus historias.
- Invitarles a asistir al Retiro al Destino contigo en noviembre.
- Hacerles saber cuánto significan para ti y el impacto que han hecho en tu vida.
- Imitarles y pasarlo a la siguiente generación.
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