Para el mes de marzo, estamos Escuchando al YO SOY y Escuchando a Otros. Permíteme compartir contigo la perspectiva de una de mis amigas sobre lo que significa escuchar…
Cuéntanos un poco de ti.
Mi nombre es Kathy Creel. Soy originalmente de Nashville, Tennessee. Soy una clásica “hija del medio,” entre dos hermanos varones. Soy estudiante de Terapia de Matrimonio y Familia en la Universidad de Harding. Tengo a un hijo por nacimiento (también estudiante de Harding) y dos hijos por elección (uno sigue en casa); mi esposo, Tim, y yo estamos por cumplir seis años de casados.
Además de ser madre de hombres jóvenes, tengo a dos perros de rescate que amo mucho. Me maravillo de cómo el amor incondicional y el gozo de Dios se revelan en estas pequeñas creaturas constantemente.
¡Oh! Y también sirvo en la Junta Directiva en un ministerio bien chévere: Ministerio Hermana Rosa de Hierro. Me encantaría hablar contigo o, como estamos enfatizando este mes: “escucharte” sobre cómo puedes ser socio con nosotros en todo lo que Dios nos ha llamado hacer, equipando a las mujeres para que se conecten con Dios y con otras más profundamente.
¿Qué quiere decir escuchar?
Escuchar significa emplear todos los sentidos, no sólo el oír. Requiere atención intencional. Hay un nivel consumidor de entrega que se requiere cuando estás escuchando de verdad.
¿Hay algo distinto entre Escuchar al YO SOY y Escuchar a Otros?
Para mí, Escuchar al YO SOY requiere quietud, la falta de distracción.
En las relaciones humanas, podemos escucharnos en medio de algunas distracciones.
Escuchar a Dios requiere total atención de quietud y silencio. Es una manera mucho más reverente de escuchar.
¿Hay un versículo bíblico o historia de la Biblia que informa tu perspectiva del escuchar?
Hay dos versículos.
Salmo 46:10, “Quédate quieta y reconoce que yo soy Dios.”
Éxodo 14:14, “Ustedes, quédense quietos, que el Señor presentará batalla por ustedes.”
Como creyente en Dios, pero también como mujer moderna, hay mucha presión para estar activa durante todo momento despierto. Se requiere mucha disciplina para crear un espacio donde puedo efectivamente escuchar.
Para mí, el estar quieta en la presencia de Dios era un concepto clave: estar quieta para poder escuchar. Al contrario, mi mente era un vórtice de actividad.
¿Cuál ha sido el consejo más importante o poderoso sobre el escuchar a otros que has oído?
La experiencia más impactante que jamás he tenido fue el tener como mentor a mi mayor héroe humano, Dusty Doddridge. Dusty era mi supervisor en Servicios de Carrera. Y, al observarle interactuar con los estudiantes y recibir enseñanza directa de él, aprendí a escuchar por cosas que no se decían.
Dusty enseñó y mostró el valor de estar totalmente presente en el momento. El valor de ser una persona segura para otro era bien impactante.
Dusty también era un fotógrafo profesional de la naturaleza. A él le importaba mucho pasar tiempo afuera para estar en la presencia de Dios por Su creación majestuosa. No entendía el poder de eso hasta que llegué a conocer a Dusty.
¡Qué bendición! ¿Cómo has visto o vivido eso en tu familia, iglesia o entre hermanas en Cristo?
Definitivamente hablo menos y trato de identificar mensajes que no se pronuncian verbalmente. También entiendo que cada persona tiene su propia realidad y es una creación única. Estar presente es importante. Y creo que, en mis propias relaciones, el buscar comprender y confiar en lo mejor de sus intenciones es esencial.
¿Qué has aprendido del Escuchar al YO SOY?
No tengo que tener todas las respuestas. No es mi trabajo. Sí es mi trabajo obedecer.
¿Qué has aprendido del Escuchar a Otros?
A veces Dios habla por personas que menos esperabas. Pero cuando Dios sabe que necesitamos escuchar algo, pondrá a la persona indicada en nuestras vidas para ayudarnos a escuchar exactamente lo que necesitamos escuchar.
Me encantaba mi trabajo en Servicios de Carreras, ayudando a estudiantes en una universidad local escoger una carrera, conseguir trabajo, y salir bien en la vida.
El director anterior me llamó a su oficina un día y me preguntaba sobre qué estaba pasando. Compartí sobre la búsqueda de trabajo de mi esposo. Respondió, “Vas a ir con él, ¿verdad? He tenido el deseo de decirte que necesitas ir con tu esposo. Ustedes necesitan estar juntos.”
Era alguien con quien no tenía una relación íntima, pero como era director sabía ciertas cosas… No habíamos hablado directamente sobre eso, así que la manera en la que expresó lo que dijo me llamó mucho la atención.
Por lo tanto, era ese mismo día que decidí obedecer, a donde fuera que Dios nos llamaba. Obedecería. No es que no me dolería la pérdida del trabajo que tanto amaba, pero sabía que Dios honraría mi obediencia.
Y esa conversación afirmó mi decisión.
Dios habló por esa persona en ese preciso momento para afirmar la verdad de lo que yo necesitaba escuchar.
¡Dios es tan misericordioso! ¿no?
Gracias por compartir parte de tu historia y por animarnos a Escuchar al YO SOY y a Otros.
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