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Mañana, vamos a tener un evento para mujeres en la congregación Providencia en Santiago, Chile. Mackenzie, la estudiante interna del MHRH este verano, y yo ya llevamos unos días en la ciudad. Estamos disfrutando la conexión con las mujeres que ya conocía y algunas que conocimos por primera vez. Las oportunidades para enseñar son una bendición y me emociona pensar en lo que vamos a poder hacer mañana con las visitantes y otras hermanas de varias congregaciones.
El tema que vamos a ver es ¡Deléitate! El verdadero deleite y gozo sólo se encuentran en Dios, y de eso se trata la primera clase. Luego veremos cómo Dios se deleita en nosotras y cómo podemos deleitarnos en Él.
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Para mí, hay comidas que no puedo comer. Son dañinos para mi cuerpo.
En vista de mis alergias e intolerancias a la comida, tengo que tener mucho cuidado en lo que consumo. Si digiero esas comidas, me enfermo y no puedo funcionar a plena capacidad.
También, vital para mi salud, es el descanso. Muchas veces, me cuesta dormir y si no duermo lo suficiente, no puedo cumplir con el día al nivel normal.
Las comidas equivocadas. Una falta de sueño. Esas y muchas otras cosas son dañinas para mi salud. Para mí, son como un veneno y mi cuerpo las rechaza como Dios vomita a los tibios (Apoc. 3:16).
Basura entra. Basura sale. Eres lo que comes.
La salud espiritual no es distinta.
¡Deja de tomar el veneno!
Hay cosas que nos son dañinas espiritualmente también. Los primeros dos venenos para mí son el orgullo y el aislamiento. (Voy a hablar más del aislamiento mañana.)
¿Cuál es el veneno o la tentación con el cual más luchas?
