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Michelle updated 2024Escrito por Michelle J. Goff, fundadora y directora ejecutiva del Ministerio Hermana Rosa de Hierro en Arkansas

La primera vez que oí la frase: “Ella hizo lo que pudo”, pensé que era una observación apaciguadora expresada con un encogimiento de hombros y una actitud desdeñosa. Cuando aprendí que era un versículo bíblico, luego el contexto del versículo, sin mencionar la manera en la que Jesús honra a las acciones de esa mujer, “ella hizo lo que pudo” se convirtió en una frase repetida con mucha profundidad de significado.

Esta historia se cuenta en los cuatro evangelios. Juan revela el nombre de la mujer (12:3), mientras que, para los otros tres, sigue anónima. Leamos la versión en Marcos:

En Betania, mientras estaba él sentado a la mesa en casa de Simón, el que había tenido una enfermedad en la piel, llegó una mujer con un frasco de alabastro lleno de un perfume muy costoso, hecho de nardo puro. Rompió el frasco y derramó el perfume sobre la cabeza de Jesús. 

Algunos de los presentes comentaban indignados:

—¿Para qué este desperdicio de perfume? Podía haberse vendido por el salario de más de un año de trabajo[a] para dárselo a los pobres.

Y la reprendían con severidad.

—Déjenla en paz —dijo Jesús—. ¿Por qué la molestan? Ella ha hecho una obra hermosa conmigo. A los pobres siempre los tendrán con ustedes, y podrán ayudarlos cuando quieran; pero a mí no me van a tener siempre. Ella hizo lo que pudo. Ungió mi cuerpo de antemano, preparándolo para la sepultura. Les aseguro que en cualquier parte del mundo donde se predique el evangelio, se contará también, en memoria de esta mujer, lo que ella hizo. (Mr 14:3-9, NVI)

Ella hizo lo que pudo. Honró a Jesús al ungirlo como el cordero perfecto en sacrificio.

Jesús pudiera haber usado la misma expresión cuando regañó a los ricos señalando a la viuda pobre que echaba sus dos moneditas.

Nadie puede hacerlo todo. Requiere de todos hacer su parte. Dios nos creó para ser miembros distintos del cuerpo con Cristo la cabeza (1Co 12). Pablo dice a los efesios que el cuerpo no puede funcionar bien sin “la actividad propia de cada miembro” (Ef 4:16).

Se nos hace fácil caer en la trampa de comparación porque quisiéramos servir, dar, orar, enseñar o cantar como otra. Ella hizo lo que pudo.

Practicar como mujeres sabias es hacer lo que podemos, cuando podemos, a nuestra mayor capacidad, en Cristo que nos fortalece (Fil 4:13). Somos sólo instrumentos en las manos del Señor para llevar a cabo Su buena voluntad perfecta.

Hay gracia en la expresión “ella hizo lo que pudo”, porque Dios no me llamó a hacer lo que llamó a aquella otra mujer hacer. Depende de ella ser obediente a nuestro Padre celestial y hacer lo que ella puede.

Durante diferentes temporadas de mi vida, mis acciones de obediencia y sumisión, sacrificio y servicio han sido diferentes, como debería de ser. A los 13 años, hice lo que pude al morir a mí misma y ser bautizada, proclamando a Cristo como el Señor de mi vida. A los 26, hice lo que pude al mudarme a Venezuela para vivir y trabajar con una nueva congregación como misionera. A los 36, renuncié mi trabajo, vendí la casa y lancé el Ministerio Hermana Rosa de Hierro.

Esas son las historias gloriosas de cuando hice lo que pude—los saltos de fe y grandes pasos de obediencia. Las partes más resaltantes parecen maravillosas, pero no reflejan, por ejemplo, la dificultad de levantarme a tiempo los domingos por la mañana para llegar a congregarme. “Ella hizo lo que pudo”, a veces para mí, enfrenta la frustración de una lista de quehaceres no cumplida, una palabra mal dicha, un cumpleaños olvidado, una oportunidad perdida, un pecado cometido o un tiempo precioso perdido.

Las misericordias de Dios son nuevas cada mañana. ¡Grande es Su fidelidad! Su Hijo ya hizo lo que pudo y pagó el precio como el sacrificio perfecto (Ro 5:6-11). Ahora es nuestro privilegio y honor hacer nuestra parte en el Reino.

Hermanas, durante este mes, hagamos lo que podemos, sea en nuestras relaciones con Dios o las unas con las otras, sea para mayor involucramiento con el Ministerio Hermana Rosa de Hierro, comenzar un nuevo grupo pequeño para estudiar uno de nuestros libros, reuniendo un grupo para ver una seria de videos en nuestro sitio web… ¡las posibilidades son infinitas! Te invitamos a oír las palabras de Jesús, honrando a Su hija preciosa en Marcos 14:8, “ella hizo lo que pudo.”

¿A qué te está llamando Dios a hacer?

¿Cómo te podemos animar o equipar para “hacer lo que puedes”?

¿Hay una espina impidiéndote hacer lo que puedes?

¡Habla con una Hermana Rosa de Hierro y trabajen juntas para hacer lo que puedan!