Uno de mis versículos favoritos sobre la oración se encuentra en 1 Tes. 5:16, “Ora sin cesar.”
No nos indica si debemos orar sentadas, paradas, en voz alta, en silencio, a solas, con otros, arrodilladas… Nos instruye a orar y nunca cesar de orar.
Con los años, muchas mujeres me han preguntado, “¿cómo debo orar?” Les animo con el versículo en 1 Tesalonicenses 5 y les invito a hablar libremente con Dios.
Cuando uno habla con Dios, debe sentir en casa — cómoda para poder expresarle lo que está en nuestro corazón.
Hay muchas formas y patrones para orar. El mismo Jesús puso un ejemplo en Mateo 6 y Lucas 11.
Otro patrón por seguir es por los cuatro elementos de la oración. Están enlistados abajo y te invito a orar usando la siguiente estructura hoy.
Entramos en la CASA de Dios para hablarle:
Confesar – 1 Juan 1:9, Romanos 10:9 (reconocer ante Dios tu posición de pecadora y confesarle pecados específicos en los cuales estés trabajando)
Adorar – Lucas 4:8, Juan 4:23-24 (adorar a nuestro Creador y Padre celestial – un ejemplo, haz una lista de los nombres de Dios alfabéticamente)
Suplicar – Filipenses 4:6, Juan 14:13-14 (hacer peticiones a Dios – por ti, por otros, por la iglesia…)
Agradecer – Filipenses 4:6, 1 Tes. 5:18 (darle gracias a Dios por las muchas bendiciones que te ha dado – bendiciones físicas y espirituales, entre otras)