Este mes, el tema es la salud espiritual de la mujer. Pero antes de entrar en los detalles de lo que eso implica y cómo podemos mejorarla, me gustaría compartir con Uds. unas buenas nuevas de la oportunidad que Dios me dio de enfocarme en la salud espiritual de unas mujeres hondureñas.
El fin de semana pasado, más de cincuenta mujeres se reunieron de cinco congregaciones para un tiempo de deleite en el primer retiro de mujeres patrocinado por Casa de Esperanza, en su campus al sur de Tegucigalpa, Honduras (Ojojona). Ya había conocido a algunas de las mujeres en asistencia porque hace tres años realizamos unos seminarios en dos de las congregaciones (Los Pinos y Santa Ana). Me dio mucho gozo ver el crecimiento personal de algunas de ellas y de las respectivas congregaciones que hasta han establecido nuevas congregaciones que tuvieron sus representantes en el retiro también (Diamante y Tierra del Padre).
Este fin de semana, estudiamos sobre el deleite verdadero y nuestras oportunidades de regocijarnos (Fil. 4:4-9). Además aprendimos la receta para el gozo: JOY = Jesús, Otros, Yo. El Señor se deleita en ti (Soph. 3:17) y encontramos el gozo verdadero cuando nos deleitamos en Él (Sal. 37:4).
Me llenó de gozo ver a estas mujeres llegar a un nuevo entendimiento de las Escrituras, deleitándose en las verdades que encontramos en ellas. Visitantes y cristianas salieron equipadas para luchar contra las mentiras de Satanás sobre la fuente de nuestro gozo y sobre cuánto Dios nos ama.
Gracias por tus oraciones continuas por esas mujeres hondureñas.
Como muchos ya saben, la semana anterior, estuve en el Seminario Baxter. Aquí les agrego un reporte que compartí por email que sigue contando las buenas nuevas de la obra de Dios a través de mí y otros durante mi visita de quince días a Honduras.
“Hermana, yo nunca había oído la historia de María y Marta de esa forma… Gracias por darnos una nueva perspectiva de una historia que hemos escuchado y leído muchas veces.”
“Me siento más preparada para volver a mi congregación y compartir lo que aprendí con las mujeres allá.”
Los testimonios y los comentarios de las mujeres después de la clase afirmaron que cumplimos el propósito de equiparles y animarles.
El Instituto Baxter, todos los años, presenta un seminario con un tema que cuadra con el enfoque anual para los estudiantes. Este año las clases y los talleres del Seminario Baxter se centraron en “Mi encuentro con Jesús,” del libro de Juan.
Tuve la dicha de presentar un taller de dos días a las mujeres que asistieron al seminario. No todos los años ofrecen clases para las mujeres, dado que la audiencia principal del Seminario es los predicadores y quienes se están entrenando para eso.
Gracias a Dios, había más de treinta mujeres que asistieron al taller, “Mujeres que tuvieron un encuentro con Jesús.” El primer día, vimos a Marta, María, y la mujer samaritana: cómo ellas se transformaron por su encuentro con Jesús. Y el segundo día, hablamos de las mujeres que Jesús vio y reconoció. Las llamó por nombre, las apreció, las vio por quienes eran. La viuda generosa, la viuda que perdió a su hijo, la cananea, la adúltera, y la mujer que sangraba. A cada una, Jesús la vio y tuvieron un encuentro especial.
Tuve la oportunidad de hablar con muchos de los predicadores en asistencia también sobre los recursos que ofrecemos como ministerio. Varios vuelven a sus hogares con libros de estudio del MHRH como regalo para la esposa y recurso para las mujeres en su congregación.
Gracias a Dios por las puertas que se siguen abriendo acá y en otras partes. Estamos orando sobre la invitación que ya me dieron de ser expositora para la conferencia nacional para mujeres en El Salvador en agosto 2018.
Mi tiempo aquí en Baxter se acabará el día lunes, pero no el tiempo en Honduras. Sigo para trabajar con otras congregaciones locales y con la misión Casa de Esperanza. Habrá un retiro para mujeres el viernes 26 y sábado 27, Dios mediante, sobre ¡Deléitate!
Gracias por sus oraciones y por mantenerte al tanto de lo que Dios está haciendo acá. Que Dios les bendiga,
M.