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blog spanish 5.13.2020¿Cuál es tu reacción a los versículos bíblicos sobre la obediencia?

Como niña, cuando escuché, “Hijos, obedezcan en el Señor a sus padres, porque esto es justo” (Ef. 6:1), rápidamente respondería con el versículo 4, “Y ustedes, padres, no hagan enojar a sus hijos…” Lo que no entendía en aquel entonces era el valor que tenía la segunda parte del versículo 4, “sino críenlos según la disciplina e instrucción del Señor.” Cuando yo hacía mi parte en la obediencia, facilitaba la disciplina e instrucción provistas por mis padres.

Cada uno de nosotros tiene nuestra parte en la obediencia. Si el codo no cumple con su función, la mano no puede estar allí para hacer la suya. Así es con todo miembro del cuervo… Nadie tiene los mismos dones que otro, pero cuando somos obedientes para cumplir con nuestra parte, la iglesia funciona como cuerpo completo.

Sin embargo, la obediencia según los dones es problemático. Se pueden convertir en una excusa para no hacer lo que Dios nos ha mandado a todos hacer. Nuestra obediencia puede parecer distinto, pero Dios conoce y ve el corazón.

Uno de los ejemplos más clásicos de esta dinámica de las excusas para evitar la obediencia es con la Gran Comisión en Mateo 28:18-20.
18 Jesús se acercó entonces a ellos y les dijo:
—Se me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra. 19 Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, 20 enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo.

“Vayan…” Pero Dios no me llamó a ser misionera.
“Y hagan discípulos de todas las naciones…” Las misiones, aún a corto plazo, no es algo que yo puedo hacer.
“Bautizándolos…” No sé lo suficiente de la Biblia para estudiar con alguien sobre cómo hacerse cristiano.
“Enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes…” Pero si no lo obedezco yo todo, ¿cómo voy a poder enseñar a otra cumplir sus mandamientos?

Vamos a verlo desde otra perspectiva:
Vaya y prepare la cena, sirviendo una comida rica y saludable, e invitando a otros a comer con Uds.
“Vaya…” Por lo menos, tienes que salir de donde estés.
“Y prepare la cena… “ ¿Tiene que ser una cena casera?
“Sirviendo una comida rica y saludable…” Nunca aprendí a cocinar, así que me es difícil hacer esta parte.
“Invitando a otros a comer con nosotros…” Si yo no quiero comer nada de lo que preparo, ¿cómo voy a prepararlo para otro?

¿Cómo responderías a alguien que presenta estas excusas para preparar la cena o por hacer discípulos?

VAYA no implica un destino, sino una acción.
HAGAN DISCIPULOS DE TODA NACIÓN. 1 Corintios 3 nos afirma que Dios es el que trae el crecimiento después de que nosotros sembremos o reguemos. Y aunque sí es importante viajar para compartir las buenas nuevas del evangelio con otras naciones, muchas de esas naciones están ahora representadas en nuestros vecindarios, escuelas, mercados y otras interacciones diarias.
BAUTIZÁNDOLOS EN EL NOMBRE DEL PADRE, DEL HIJO Y DEL ESPÍRITU SANTO. ¿Estás viviendo una vida bautizada? ¿Muerta a ti misma y viva con Cristo, arrepentida del pecado y andando en la luz? ¿Estás buscando oportunidades para compartir las buenas nuevas e invitar a otros a la vida resucitada por el bautismo? Pide a Dios que te presente a alguien que le está buscando.
Y ENSEÑÁNDOLES A OBEDECER TODO LO QUE LES HE MANDADO A USTEDES. Sea por modelar cómo cocinar o cómo vivir la vida cristiana, el enseñar es una tarea de por vida. El enseñar se trata de una relación que requiere tiempo, vulnerabilidad y una inversión en la persona.

Estoy agradecida a los que modelaron tal obediencia. Hay una parte de mi espíritu que está inquieto si no estoy estudiando la Biblia con una persona que no es cristiana todavía. No es algo de mí, sino de hacer sido enseñada por evangelistas e individuos que tomaron en serio la Gran comisión (Mt. 28:18-20). Crearon una expectativa por la obediencia a ese mandamiento.

Ellos fueron obedientes para hacer su parte y de esa manera me permitieron hacer mi parte. Y cuando obedezco en mi parte, facilito la oportunidad para que otros obedezcan y hagan sus partes también. ¿Qué otros ejemplos te vienen a la mente sobre cómo nuestra parte en la obediencia facilita las partes de los demás?

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